Según informaron desde
la Comisaría local, el joven —identificado como Diego Mariano Giménez,
domiciliado en la planta urbana de Fuerte Esperanza— se desplomó de forma
repentina mientras jugaba, sin haber recibido golpe alguno. Personal de
enfermería acudió al lugar y procedió al traslado urgente al Hospital local,
donde se constató su deceso a las 20:00. La causa fue caratulada
preliminarmente como “muerte natural”, aunque se aguarda el informe médico
oficial. Interviene la Fiscalía de Misión Nueva Pompeya.
El caso causó profundo
dolor en la comunidad, y volvió a poner sobre la mesa la importancia de los
controles médicos previos a la práctica deportiva, incluso en actividades
recreativas.
Médicos y especialistas
en salud advierten que actividades físicas de alta exigencia, como el fútbol,
pueden desencadenar episodios cardíacos en personas que padecen afecciones no
diagnosticadas. Por eso, recomiendan realizar controles médicos periódicos,
incluyendo estudios cardiovasculares como electrocardiogramas y pruebas de
esfuerzo, especialmente en jóvenes que practican deportes con regularidad.
La muerte súbita en el
deporte, si bien es poco frecuente, puede prevenirse en muchos casos si se
detectan a tiempo condiciones cardíacas como miocardiopatías, arritmias o malformaciones
congénitas. Además, los profesionales insisten en no subestimar síntomas como
palpitaciones, fatiga excesiva, mareos o dolor en el pecho durante la actividad
física.
Desde distintos
sectores promueven campañas de concientización para alentar una práctica
deportiva segura, responsable y bajo control médico, como una forma de evitar
tragedias evitables




