El Contexto de las
Contrataciones
La falta de licitaciones
públicas para montos superiores a 33 millones de pesos es un hecho alarmante.
En Chaco, la normativa establece que cualquier contrato que supere esa cifra
debe ser sometido a un proceso de licitación pública. Sin embargo, en julio se
observaron múltiples contrataciones directas que no solo sobrepasaron este
umbral, sino que también plantean preguntas sobre la legalidad y la moralidad
del proceso.
La Dirección Provincial de
Vialidad: Un Focus Problemático
La figura central en este
escándalo es Soledad Flores, actual titular de la Dirección Provincial de
Vialidad. Su gestión ha estado marcada por la controversia, no solo por el
monto de las contrataciones, sino también por su vínculo familiar con Marco
Damián Meli, quien es su esposo y un actor clave dentro de esta narrativa. La
relación de ambos plantea un conflicto de intereses evidente, donde las decisiones
administrativas y económicas pueden estar influidas por la conexión personal.
En el contexto de las
recientes contrataciones, es fundamental señalar que Soledad Flores, como alta
funcionaria pública, tiene la obligación de declarar no solo su patrimonio,
sino también el de su esposo. La inobservancia de este deber podría constituir
una falta grave y justifica la exigencia de transparencia en la gestión
pública.
El Entorno de las
Contrataciones: Un Esquema Oscuro
Analizando en detalle las
contrataciones directas realizadas en julio, la cifra total de 400 millones de
pesos incluye montos que van desde 19 millones de pesos para bacheo, hasta
sumas que ascienden a 31 millones en otras partidas. La naturaleza de estos
contratos, a menudo descritos vagamente como «calles varias», despierta
sospechas sobre la posibilidad de que se estén fraccionando las contrataciones
para evadir la obligación de realizar un proceso de licitación.
Este esquema de
contratación parcializada es preocupante, ya que pone en duda no solo la
eficiencia en el uso de los recursos, sino también la ética de aquellos que
gestionan estos fondos. Cuando se habla de 400 millones de pesos, es crucial
preguntarse: ¿con qué criterios se están adjudicando estos contratos? ¿Existen
mecanismos adecuados de control y supervisión?
FUENTE: TOMÁS MENDEZ TLN//DENUNCIA