El ex diputado Germán
Kiczka, detenido por tenencia y distribución de material de abuso sexual de
menores, recibió este domingo la visita de sus familiares en la cárcel tras
negarse a declarar este viernes ante el juez Miguel Ángel Faria, titular del
Juzgado en lo Penal N°4 de Apóstoles, Misiones.
En el lugar se hizo
presente su padre, una tía y dos amigos de Kickza. Llegaron pasadas las 10 de
la mañana para mantener un encuentro de media hora, tal como dictan las reglas.
Las cámaras de TN lo
mostraron muy relajado y con una sonrisa en todo momento. Incluso, se mostró
efusivo y locuaz al ver sus seres queridos. Entre varios gestos que no pasaron
desapercibidos, también pasó sus brazos a través de las rejas para darle un
abrazo a su amigo.
Kickza fue aprehendido el miércoles por la noche en el pueblo de Loreto,
Corrientes, tras permanecer varios días prófugo. Tenía pedido internacional
dado que se especulaba que podría encontrarse en España, Paraguay o Brasil. El
legislador fue hallado en un complejo de cabañas de la localidad correntina, a
200 kilómetros de Apóstoles, localidad de la que él y su familia son oriundos.
Al diputado lo descubrieron
un día antes, luego de que una vecina de Loreto lo delatara al verlo en el
camping de la zona. Fuentes del caso aseguran que esa mujer cobrará la
recompensa de $5 millones que el Gobierno de Misiones ofrecía para quien
entregara al legislador. Entre los objetos que le incautaron, se encuentran su
celular, hallado sin chip, y el Toyota Corolla en el que se movilizaba. También
se incautó el teléfono del encargado del lugar donde se hospedaba.
Su hermano Sebastián,
que también estuvo prófugo de la Justicia y acusado en la misma causa y por el
mismo delito, fue apresado San Juan de
la Sierra, a 30 kilómetros de Apóstoles. Actualmente, permanece alojado en la
misma dependencia policial que Germán y este domingo también recibió la visita
de sus familiares.
Según confirmaron
fuentes policiales a Infobae, Sebastián estaba sucio y deshidratado: aseguraron
que se alimentaba con limones. Además, lucía una gran rajadura en el pantalón
que vestía junto a una musculosa color hueso y un par de zapatillas deportivas
en tonalidades grises. Hasta el momento, es un misterio cómo se trasladó hacia
la ciudad vecina, en qué lugar se alojaba y por qué se encontraba en ese
estado.
Al ser
detenido, el diputado Kickza se declaró como un perseguido político y antes de
ingresar a la seccional aseguró que es inocente de los delitos que se le
atribuyen; "Basta de persecución política, esta es la foto que
querían".
De la investigación
surge que entre el 2 de diciembre pasado y el 10 de enero último, el legislador
misionero descargó y facilitó 603 archivos de videos y fotos de explotación
sexual infantil. También se comprobó que distribuyó "imágenes de prácticas
zoofílicas" que involucran a menores de 13 años. Durante el allanamiento a
su domicilio se secuestraron revistas y juguetes sexuales que serían propiedad
de su hermano. Ahora, la justicia investiga si ellos, además, producían ese
material.
La investigación se
inició el 16 de enero pasado a partir de un correo electrónico enviado por el
director de Innovación de la Coalición de Rescate Infantil (Child Rescue
Coalition), Tom Farrel, que informó a la Unidad Fiscal Especializada en Delitos
y Contravenciones Informáticas (Ufedyci) que el organismo se encontraba
trabajando con el Centro Internacional para Personas Desaparecidas y Niños
Explotados (Imec, por sus siglas en inglés) "en el desarrollo de una
operación, que se denominó Guardianes de la Niñez, con fuerzas policiales de
América Latina y del Caribe (se coordinaron allanamientos en Guatemala, El
Salvador, Honduras, Costa Rica, República Dominicana, Colombia, Ecuador, Perú,
Argentina y Chile), con el objeto de identificar a víctimas de abuso sexual en
línea y presuntos agresores que comparten Material de Abuso Sexual Infantil
(MASI)".
En ese mail enviaron un
informe con objetivos que se encontraban, de acuerdo a las direcciones IP
involucradas en los hechos, ubicados en la Argentina. Y así fue como llegaron
hasta el domicilio del diputado misionero.
La pena que podría
corresponder a los imputados en estas investigaciones es entre 3 y 6 años de
prisión, de acuerdo a lo dispuesto por el artículo 128 del Código Penal de la
Nación