Sociedad Grafología: cuando la escritura se convierte en espejo del alma
17/04/2025
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Desde las emociones hasta la inteligencia, cada trazo manuscrito revela más de lo que imaginamos. El grafólogo Guillermo Duarte explica el alcance y la profundidad de esta ciencia humana.
Por: Anabella Fogonsa
¿Qué es la grafología?
“La grafología es el estudio de las ondas gráficas y el comportamiento humano”, afirma Guillermo Duarte, grafólogo con años de experiencia y formación en el área. Esta ciencia, que muchas veces es malinterpretada o desconocida, permite explorar aspectos esenciales de la personalidad a través del análisis de la escritura manuscrita.
Lejos de lo esotérico o mágico, la grafología se apoya en fundamentos técnicos que permiten conocer rasgos como las actitudes profesionales, el nivel de inteligencia, el orden interno, e incluso las emociones que muchas veces no se expresan con palabras. “Cada vez que escribimos, cada trazo nos revela algo profundo. Es el inconsciente el que se expresa en el papel”, explica Duarte.
¿Para qué sirve? ¿Es confiable?
Uno de los grandes interrogantes del público suele ser la confiabilidad de esta disciplina. Según el especialista, no hay dudas al respecto: “La grafología es súper confiable porque se encarga de analizar la personalidad de una persona en todos sus aspectos. No necesitamos al individuo físicamente: con un escrito ya sabemos quién es”.
Este tipo de análisis ha sido utilizado en campos como la selección de personal, la orientación vocacional, la psicología y hasta en investigaciones judiciales, donde puede ayudar a comprender estados emocionales o patrones de conducta.
Tecnología y escritura: ¿avances o retrocesos?
El avance de la tecnología plantea un nuevo desafío para quienes se dedican a esta disciplina. “La grafología, como cualquier ciencia, se va adaptando con el correr del tiempo. Pero también me genera contradicciones. La tecnología es un avance, sí, pero también implica un retroceso a nivel cognitivo”, reflexiona Duarte.
Según el experto, al dejar de escribir a mano, se pierden funciones cerebrales importantes que se activan al trazar letras sobre el papel. Escribir con el cuerpo estimula áreas del cerebro relacionadas con la memoria, la atención y la organización del pensamiento. “Cuando escribimos con la mano, desarrollamos funciones que con la tecnología vamos perdiendo”, advierte.
¿Es posible diferenciar la escritura de hombres y mujeres?
Aunque muchas personas piensan que existe una clara diferencia entre la escritura masculina y la femenina, Duarte señala que esto no es tan absoluto. “Algunos autores proponen diferencias como la presión, el grosor, la dirección o la inclinación. Pero también tienen mucho que ver el entorno de cada persona, lo cultural y lo social. No hay una regla universal”, aclara.
Mitos, historia y una mirada transformadora
Lejos de querer derribar mitos o ideas erróneas, Duarte prefiere enfocarse en la historia de la grafología moderna. “Comienza en Italia, con el médico y filósofo Camilo Baldo, quien en 1622 publicó un libro sobre el tema. Desde ahí, la disciplina no ha hecho más que evolucionar. La grafología habla por sí misma”, afirma.
Para el grafólogo, esta ciencia no solo es una herramienta de análisis: también representa una vía de transformación personal. “Para mí fue un camino de autoconocimiento profundo. Aprendí a mirar al otro desde otro lugar. Venimos a traer luz donde hay oscuridad, y eso es crecimiento espiritual e intelectual. Eso no te lo da cualquier disciplina.”
Antes de finalizar, Duarte recuerda con emoción a su gran maestro y referente en el país: “El mejor grafólogo de Argentina fue Dan Clobaz. Fue quien me enseñó y dejó una huella enorme en mi vida profesional”.
ߓ Un llamado a descubrirnos
La grafología, muchas veces subestimada o confundida, se presenta como una herramienta poderosa no solo para conocer a los demás, sino también para mirarnos hacia adentro. Como dice Duarte, cada trazo cuenta una historia: la nuestra. ¿Te animás a descubrirla?
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