Según fuentes
oficiales, el lamentable hecho ocurrió cuando Oliva viajaba de pie detrás del
asiento del conductor de un tractor que remolcaba un carro de un solo eje. En
una mala maniobra del vehículo, el trabajador cayó al suelo y fue arrollado por
el acoplado, lo que le provocó heridas fatales.
Transporte inseguro:
una práctica que puede costar vidas
Este trágico episodio
vuelve a poner sobre la mesa la grave problemática del transporte informal y
riesgoso de trabajadores rurales. El traslado de personas sobre tractores,
remolques o acoplados no diseñados para pasajeros constituye una infracción a
la normativa de tránsito y seguridad laboral, además de un acto de profunda
negligencia.
Los tractores y carros
agrícolas no están habilitados para transportar personas, ya que carecen de
elementos de protección como barandas, asientos fijos, cinturones de seguridad
y sistemas de frenado adecuados.
Autoridades de
seguridad vial y gremios del ámbito rural insisten en que la vida de los
trabajadores no puede quedar librada a la costumbre o la improvisación, y
exigen controles más estrictos para evitar que estas muertes sigan ocurriendo
en silencio.